Académico y estudioso de los procesos sociales e históricos de Bolivia. Así se puede dibujar al abogado Carlos Hugo Molina, exprefecto de Santa Cruz del 2003 al 2005 y considerado el padre de la Ley de Participación Popular que en 1994 permitió la distribución de recursos económicos a los municipios de acuerdo a la cantidad de habitantes. Nos ha recibido en sus modernas instalaciones del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad), que dirige, ubicadas sobre la avenida Cristo Redentor y séptimo anillo, para hablarnos de un diagnóstico que tiene no preocupación, aclara, y para compartir sus sueños, que traslucen en su mirada y sus barbas en proceso de blanqueamiento, su visión de Santa Cruz y su propuesta de cara al año 2020.
P. ¿Cómo ve a Santa Cruz en el 2020. Usted tiene una propuesta?
C.H.M.: Santa Cruz tendrá 4 millones de habitantes y será la más poblada de Bolivia en un área de 39 mil hectáreas por una relación que está dada no solo por la tendencia histórica del crecimiento, sino por otros eventos nacionales como desertización (proceso de degradación ecológica del suelo fértil) del altiplano y la zona del Chaco o la salinización (acumulación de sales) en otros o las inundaciones en Pando y Beni, provocando que aquí quede un espacio alrededor de la ciudad como punto, como nodo (en el que confluyen parte de las conexiones de otros espacios) y se amplíe a 280 mil hectáreas, que es el área de influencia de esta ciudad. Y va creciendo y configurándose con otras unidades territoriales de alrededor. Eso se puede observar cuando se llega de noche en el avión y se ve que la luz es permanente desde Santa Cruz hasta Montero, convirtiéndose en una sola mancha. Es preciso aclarar que ahora ya no se estudian estados o divisiones políticas administrativas. Se estudian territorios y sus áreas de influencia que pueden ser uno o varios municipios o uno o más departamentos y se observan de acuerdo a los elementos sociales que existen en ese territorio para que puedan establecer cohesión social y elementos de identificación que establezcan competitividad y complementariedad.
P. ¿Qué ha encontrado en Santa Cruz y su zona de influencia?
C.H.M.: Hemos descubierto que Santa Cruz tiene un proceso de crecimiento urbano y cualidades y potencialidades extraordinarias que ya están desarrolladas y que han sido y son producto de un proceso natural en el que ya se realizó la inversión social y la inversión económica para lograrlo, solo que está guardada. Hemos visto que Santa Cruz es una ciudad universitaria (hay 16 universidades privadas con 35 mil estudiantes, más la UAGRM con 70 mil) que tiene como particularidad el de haber atraído a 20 mil estudiantes brasileños, y existe la capacidad física instalada para superar los 100 mil incluyendo áreas de servicio, consumo y vivienda. Santa Cruz es una ciudad con centros de convenciones y hoteles que si se vendiese esa potencialidad, como lo hace Santo Domingo, Panamá o San José de Costa Rica, estaríamos viviendo de eso o eventos culturales que los tenemos no solo en la Casa de la Cultura sino en los 12 centros culturales del municipio, nos falta ponerle valor a esa actividad. Pero no solo eso, Santa Cruz es una ciudad de ferias, de toda la naturaleza y todo el tiempo, pero pareciera que no son de nadie.
P. ¿Es una ciudad virtuosa?
C.H.M.: Esta es una ciudad de la tolerancia. Aquí hay expresiones religiosas de todos los credos del mundo, hay sinagogas (lugar de culto de los judíos), mezquitas (musulmanes) Iglesia ortodoxa griega, la ortodoxa rusa y no nos damos cuenta porque no salimos de la parroquia de nuestro barrio y es digno reconocer que la madre Iglesia católica no encuentra motivos de confrontación con nadie. Pero no solo eso, esta ciudad es cabecera turística del sistema de misiones jesuíticas y si analizamos emprendimientos vemos la ruta del chocolate con 35 fábricas y somos la ciudad de las joyas, de la carpintería, de la alta costura y otros emprendimientos.
P. ¿Qué falta entonces?
C.H.M.: Nos hace falta ponernos de acuerdo y vuelvo al tema de la cohesión social y de que sepamos aprovechar nuestras potencialidades sin soberbia y sin mezquindad de manera generosa reconociendo que hay otros que están haciendo mejor. Y hablo de otras ciudades, como por ejemplo La Paz que nos acaba de dar ejemplo ordenando el transporte y ni qué decir de otras metrópolis que tienen los mismos problemas de nosotros, basura, servicios básicos y los han podido superar.
P. ¿Y el modelo productivo y nuestra aspiración política?
C.H.M.: Tengo la sensación de que el proceso de crecimiento económico y la aspiración política que teníamos con relación al país se han estancado y se han anquilosado y estamos con una crisis de liderazgo evidente, con angustia frente al futuro y no estamos encontrando los caminos y la salida porque estamos buscando las respuestas en los mismos círculos y le estamos haciendo las preguntas a las mismas personas y ya lo dijo Einstein: no hay forma de resolver los problemas en el mismo nivel con la misma conciencia. Hay que elevar el nivel de conciencia que se está desarrollando. Esta es una ciudad que tiene una capacidad de desarrollo e innovación extraordinaria pero no está siendo acompañada por sus líderes.
«Santa Cruz es una ciudad de oportunidades, es la ciudad universitaria, de la tolerancia religiosa, de los eventos, de la moda, de la carpintería y donde tenemos recursos para planificar una ciudad modelo’.
Propuesta:
‘Hay que radicalizar la autonomía con leyes propias’
P. ¿Santa Cruz primero propuso descentralización, luego autonomía y ahora qué?
C.H.M.: Es cierto, Santa cruz propuso primero descentralización y luego autonomía, propuso elección de alcaldes, de prefectos y ahora de gobernadores, y hemos tenido todo y ya lo tenemos. Hemos pasado de la acción de la sociedad civil exclusivamente a proponer acciones estatales y hemos conseguido las acciones, pero no estamos usando ni los instrumentos sociales ni los estatales. Tendría que seguir la Gobernación cumpliendo la labor de la Corporación de Desarrollo (Cordecruz), la que investigaba, la que proyectaba, la que proponía, motivaba, generaba ideas. Eso tiene que cumplir hoy día la Gobernación, para eso la hemos elegido.
P. ¿Qué falla entonces?
C.H.M.: Cuando yo analizo las competencias exclusivas que tienen las gobernaciones, en el artículo 300 de la Constitución Política del Estado vemos que son 36. Entonces vemos que por cada una debería haber una ley .
Yo tengo la tesis que es válida para toda Bolivia y es que las asambleas legislativas siguen siendo consejos departamentales y los gobernadores siguen siendo prefectos y no estamos haciendo uso del instrumento constitucional que nos hemos ganado desde el punto de vista político y cómo vamos a lograr eso, aprobando leyes. No hay otra posibilidad de radicalizar la autonomía. La autonomía no está en el discurso, está en la aprobación de leyes y cuando reviso las leyes vemos algunas que hacen al folklore, la que declara Día Departamental del Maíz, y determina Feria Departamental del Maíz, pero de temas de fondo hay ausencia.
Surgen de la visión de autoridades y el pueblo
Hay varias metrópolis de ejemplo
Carlos Hugo Molina hace un repaso de otras metrópolis sudamericanas y de hombres visionarios que transformaron las ciudades en sitios amigables y vivibles y que solucionaron los mismos problemas que tenemos en Santa Cruz, como transporte, basura, inseguridad, salud y educación, con un pacto social.
Colombia. «Hay que trabajar en la Bogotá de Antanas Mockus», dice Molina. Mockus fue alcalde en 1995 y destacó por colocar en los cargos públicos a académicos y no políticos, llegar en bicicleta a su oficina y desarrollar una campaña llamada «Bogotá coqueta», que consistió en la prohibición del uso de armas de fuego, en sacar tarjeta roja a los infractores, en componer canciones de rap con educación ciudadana.
Ecuador. Paco Moncayo, alcalde de Quito, la capital ecuatoriana, en el 2000 logró duplicar las coberturas de servicio básicos de agua potable y alcantarillado, construir un nuevo aeropuerto, levantar un teleférico y avenidas y puentes para contrarrestar el tráfico vehicular.
Perú. Molina pone también como ejemplo a Alberto Manuel Andrade Carmona como alcalde de Lima en 1996 y pasó por obras estrellas como la recuperación del centro histórico de Lima, propuso el Lima Bus para reorganizar el transporte público, la construcción de la Vía Expresa de Javier Prado y remodelaciones de parques y plazas que devolvieron a la ciudad su calidad colonial y turística.
Otros países. Dice que en otras grandes ciudades como Nueva York (EEUU) Bombay (India), o Tokio (Japón) han desarrollado la misma fórmula: ponerse de acuerdo entre todos.
El perfil
Carlos H. Molina
Abogado egresado de la UAGRM con especialidad en Derecho Constitucional en México
Trayectoria:
Ha ocupado funciones públicas en los ministerios de Defensa Nacional, Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, Embajada de Bolivia en Costa Rica y en el ámbito departamental en la Corporación Regional de Desarrollo, Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.
En el plano internacional fue miembro de la Junta Directiva de la Unión Iberoamericana de Municipalistas.
Participó con la Fundación Milenio en la reforma constitucional de 1990 a 1993 y puso en marcha la Ley de Participación Popular.
Fuente: El Nuevo Día.