Con el plan definido avanzamos lento hacia la Chiquitania (Santa Cruz). La carretera bioceánica luce espléndida en el atardecer. Fueron 266 kilómetros recorridos en algo más de cuatro horas. El destino, las misiones jesuíticas.
Entre la conservación y el desarrollo, impactan la arquitectura y calidez de la gente, muestra de una cultura misional que hoy se mantiene más viva que nunca.
En la Chiquitania, que constituye el 56 por ciento del territorio cruceño, las misiones de San Xavier, San Rafael, San José, Concepción, San Miguel y Santa Ana fueron declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Durante los siglos XVII, XVIII y XIX los misioneros de la Compañía de Jesús fundaron las denominadas reducciones del Paraguay con 44 pueblos, de los cuales 14 le pertenecían a Bolivia. Algunas sólo quedaron en ruinas; pero las misiones de Chiquitos, envueltas en música y tradiciones, han desarrollado una historia con características propias.
Otro mundo
Entender que Chiquitos es “otro mundo”, como dice su slogan de promoción turística, no resulta difícil una vez que se pisa ese territorio oriental. La cotidianidad habla por sí sola.
El cacique general de Piococa cuenta su experiencia “por mi edad dejé mi comunidad, yo vivía en Piococa, ya no tengo tanta fuerza para trabajar. Me vine aquí al pueblo (San José de Chiquitos). Los turistas ven se están conservando las tradiciones y costumbres, el cabildaje, el lenguaje chiquitano y la vestimenta como sombrero, abarcas y las señoras de tipoy, es nuestra cultura”.
Hay una importante coordinación entre las autoridades de la región, elegidas por el voto directo del pueblo, con las autoridades originarias.
Por ello el cacique mayor de la comunidad es convocado a participar de algunas reuniones del municipio, aunque para cualquier decisión busca el consenso de los jueces. “Yo no participo así nomás, tiene que haber una invitación”, añade.
Turismo internacional
Rituales, festividades, música, artesanía, naturaleza, representaciones y expresiones orales son razones para promover este lado del país como destino turístico internacional.
El 2010, los municipios de San Javier y Concepción fueron sede del Primer Foro de Misiones Jesuíticas con la intención de intercambiar experiencias con gestores públicos y privados de Brasil, Argentina y Paraguay e incluir a Bolivia en la oferta turística de Sudamérica.
El segundo se realizó en Paraguay y en este año, durante el tercer encuentro al que se sumó también Uruguay, se fortaleció esta iniciativa.
“Nos incorporamos de manera plena a la propuesta internacional de ofertas y comienza a generarse una atención constructiva sobre lo que es misiones jesuíticas con el aporte de los bolivianos y el reconocimiento de los operadores turísticos de los países vecinos”, afirma Carlos Hugo Molina, presidente del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad), institución organizadora del evento junto a los gobiernos municipales de San José de Chiquitos y Roboré, y al Viceministerio de Turismo.
Determinaciones
Durante la realización de este foro se definió que siete municipios de la Chuquitania, distribuidos en dos circuitos turísticos promoverán la cultura vivencial y el desarrollo de la región integrando a Bolivia en las “Misiones Jesuíticas del Mercosur”.
Asimismo, se consideró importante el desarrollo de la música a través de la creación, potenciamiento, intercambios y actividades conjuntas, con orquestas y coros de las misiones jesuíticas. Todo esto será impulsado a través de sitios web y presencia en redes sociales.
Esta oferta se realizará en dos niveles, por una parte la cultura viva y su relacionamiento con todos los actores y por otra, el posicionamiento de las riquezas naturales alrededor de todo esto.
“Santiago de Chiquitos tiene el clima lindo, todo el turista que llega se enamora de Santiago, existe mucha paz y cordialidad; las personas somos de corazón abierto, recibimos muy bien a la gente”, manifiesta Filomena Vargas, vecina del municipio de Roboré, una de las últimas reducciones fundada por los jesuitas.
Atractivos turísticos
Sin embargo, a pesar de que la mayor parte de la cultura se mantiene intacta, muchos de los habitantes de la zona coinciden en que el idioma originario, conocido como chiquitano, se perdió en casi todo los pueblos, sobre todo en aquellos en que los españoles tuvieron más presencia.
Pero no se puede dejar de lado a los mayores atractivos turísticos de la región como son las iglesias, verdaderas reliquias arquitectónicas; los museos, o el Parque Nacional Histórico, “Santa Cruz la Vieja” a los que se está priorizando en cuanto a su mantenimiento y restauración.
“Se conforma hace 12 años atrás el Plan Misiones destinado a recuperar el patrimonio jesuítico como principal referente de la identidad del pueblo josesano. Nuestro próximo paso fue recuperar el patrimonio turístico de la zona San Juan de Chiquitos y el tercero, que ya se está trabajando es el sitio de la fundación de Santa Cruz, que en su valor cultural histórico pertenece a todo el departamento”, manifestó el alcalde de San José de Chiquitos, Germán Caballero.
La iglesia de San José fue la última que se intervino hace cuatro años.
Estos y otros temas seguirán marcando agenda hasta el próximo foro que se llevará a cabo en Argentina el 2014.
“Se conforma hace 12 años el plan misiones destinado a recuperar el patrimonio jesuítico como principal referente de la identidad del pueblo josesano ”
LOS NIÑOS DE LA CHIQUITANIA
La vocación musical la llevan en la sangre
Los han visto y escuchado muchas veces, pero parece una nueva experiencia cada vez que se anuncia una presentación de la orquesta.
Todo el pueblo concurre, y es que la música misional chiquitana es definida como el resumen de un periodo de influencias y confluencias culturales, donde se puede apreciar la fusión de lo nativo con lo europeo.
Los datos indican que fueron más de 6.000 hojas de música escritas entre los siglos XVII Y XVIII, tanto por europeos como por indígenas y fue interpretada hasta mediados del XIX. Las partituras fueron guardadas por los cabildos indígenas.
Niños y jóvenes muestran a través de sus interpretaciones, su vocación artística que los lleva a participar de eventos importantes como el Festival Internacional de Música Barroca Renacentista Americana y el Festival de temporada de música misional y teatro. Es común observar a los niños de la Chiquitania transitar por sus pueblos con un violín o una viola entre las manos rumbo a sus clases de música impartidas por experimentados maestros.
OPINIONES
MARCONI FLACK, BRASIL
“En Brasil tenemos misiones jesuíticas pero son ruinas, acá se puede vivir la experiencia del pueblo, hay elementos que todo turista valora, gastronomía, música y cultura auténticas… aquí la globalización no llegó”.
OLGA FISHER, PARAGUAY
“El desarrollo de la música acá no tiene precio, sobre todo el trabajo que se hace con los niños, se les da la oportunidad que tengan un incentivo muy grande que evita que se vuelquen a las calles y se pierdan, me encantó ver la energía que irradian”.
EDUARDO BRAJKOVIC, ARGENTINA
“Promocionar un destino único en el mundo que son las misiones jesuíticas sudamericanas acompañado por cinco banderas nacionales significa algo muy fuerte para el posicionamiento turístico de toda la región”.
Fuente: LOS TIEMPOS