Hoy, la esquina Warnes y Cobija se vestirá de fiesta para recibir la primera Feria Cultural Calleja, un evento destinado a iniciar una revalorización de la plaza, sobre todo para consolidar una distinción que la ciudad de Santa Cruz recibió hace casi 50 años, y que muchos desconocen, como la de Capital Poética de América.
A principios de los 60, un grupo de arquitectos, poetas, filósofos y escultores, representantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso (Chile), emprendieron una particular investigación. “Lo llaman viaje ‘geopoético’, porque no fue solamente por el territorio y sus características geográficas, sino por sus energías y por lo que el espacio y su ambientación pueden dar al individuo”, explica Marcelo Alcón, jefe del Departamento de Turismo del Gobierno Municipal de Santa Cruz.
“Se preguntaron ‘¿por qué siempre mirar hacia el norte?’, y, a partir de ahí decidieron mirar al sur, para pensar y reflexionar América desde una perspectiva distinta”, acota Virgilo Suárez, docente de Arquitectura en la UPSA. “Recorrieron América de borde a borde y concluyeron que el punto medio de esa relación terrestre, planetaria y continental era un gran vacío del macizo sudamericano, Santa Cruz”, puntualiza.
Ambos aclaran que la ciudad no es exactamente el centro geográfico del continente. “La titulación tiene mucho de ficción, de historia y de sensibilidad y eso es lo que construye la identidad de los pueblos”, afirma Alcón.
La ‘Escuela de Valparaíso’, considerada una de las más vanguardistas e innovadoras de Chile, sintetizó la experiencia de ese viaje en un poema, Amereida, publicado en mayo de 1967. Posteriormente, visitaron Santa Cruz en los años 70 e hicieron de la plaza Calleja el epicentro de su titulación.
Nuevas generaciones de alumnos vienen a la ciudad cada tanto, sin una periodicidad fija, para hacer instalaciones, obras o monumentos de carácter efímero, alusivas al tema.
El Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad), en relación a Santa Cruz capital poética y la plaza Calleja, centro de América tiene un proyecto. “Estamos valorizando varios elementos que se plantean como ventajas competitivas: el afecto que los habitantes de la ciudad le tenemos al lugar; su calidad de ser centro geográfico de América del Sur; los emprendimientos económicos, culturales y turísticos que se están desarrollando de manera natural en sus alrededores; la voluntad de la gente del vecindario de recuperar las cualidades tradicionales de la zona; la posibilidad de utilizar la plaza como centro de actividades turísticas y recreativas”, afirma Carlos Hugo Molina, presidente de la entidad.
La feria de hoy, desde las 9:00, es el inicio de una serie de eventos que reivindicarán el nombramiento y dar un uso provechoso al predio.
“Se hace porque tenemos un espacio no solo para ser utilizado en Carnaval, sino para fomentar otra función, más cultural y productiva a nivel familiar y turística”, comenta Javier Libera, uno de los organizadores. “La Calleja es el corazón de América, entonces también queremos que sea nuestro corazón, nuestro centro cultural”, reflexiona.
El evento es llevado adelante con el apoyo de los vecinos que, en su mayoría, serán los que expongan y cuiden la plaza.
“Queremos que el encuentro rescate valores y que sean los vecinos los que mantengan limpia la plaza y oferten productos artesanales, artísticos y gastronómicos para que la gente vuelva a visitar la Calleja”, es la propuesta de Marcelo Alcón.
Hoy se verá calzados hechos a mano, bisutería, literatura, flores, plantas, hierro forjado, cerámica, porcelana, velas, jabones, chocolates y gastronomía nativa. Habrá música del Conjunto Autóctono Municipal, juegos para niños y un homenaje a Hernando Sanabria por los 100 años de su nacimiento.
Los siguientes meses se consolidará la plaza Calleja como lugar de encuentro familiar y cultural y referente turístico.
TRAS LA RUTA DE LA CALLEJA PARA SANTA CRUZ, COMO UN SAN TELMO O UN COYOACÁN
Antecedente. La valoración que la Escuela de Valparaíso le dio a Santa Cruz tiene un antecedente. El conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca, uno de los primeros que llegó a esta región, escribió en sus crónicas antes de fallecer, hacia 1557, que había descubierto el famoso El Dorado, conocido también como Paitití. Pero el tan anhelado tesoro no estaba, según el conquistador, compuesto por piedras preciosas o monedas de oro, sino que era el espíritu de la selva.
Propuesta. Carlos Hugo Molina, presidente del Cepad, propone hacer de la Calleja y sus alrededores un centro cultural turístico. “Creemos que es posible abrir La Ruta de la Calleja, una suerte de barrio San Telmo de Buenos Aires, o Coyoacán, en México”, explica..
Importancia de la difusión de los títulos. En opinión de Molina, “permitirían, si son asumidos colectivamente, demostrar la validez de la cohesión territorial, la cohesión social y la competitividad, como instrumento de desarrollo. Esas cualidades que poseen las Misiones Jesuíticas, por ejemplo, ofrecerían en una extensión territorial mucho menor, lograr resultados similares. No tengo duda en afirmar que en poco tiempo, la Calleja, por su posicionamiento en el imaginario colectivo, será un lugar emblemático de la Ciudad de los Anillos”.
Visita frecuente, Escuela de Valparaíso. Es peculiar el proceder de los estudiantes chilenos. “Para ellos el arte, como la cultura, es cambiante y efímero. Lo permanente es lo etéreo, el pensamiento, y no así lo físico” comenta Virgilio Suárez. “Hacen esculturas a partir de la nada. Todo lo que hacen es distinto, inédito”. La mayoría de sus instalaciones no permanecen mucho tiempo. Uno de sus pocos testimonios físicos está en la misma plaza Calleja (arriba) y data de su visita de 1993. Ese año colocaron una escultura en la UPSA donde se lee un poema a Santa Cruz: “En ella cesa la pampa y en ella se inicia la selva, unión de dos ritmos americanos”.
Otras capitales. Bogotá (Colombia), es considerada Capital de la Imaginación, gracias a que alberga la mayor cantidad de academias de teatro en el mundo. En ese mismo país, Manizales es la Capital Mundial del Agua por sus recursos hidrícos. En Bolivia, La Paz fue capital Iberoamericana de Cultura en 2009, como otras ciudades del mundo por turno.
PRESENTES HOY
Libros y música. Autores cruceños mostrarán títulos como Cuentos del jardín, de Alfredo Rodríguez Peña; Andrés. Ayer, hoy y siempre, de Carlos Hugo Barbery, y la novela infantil Benjamín y el séptimo cofre de oro, de Sarah Mansilla. La APAC presentará a la Orquesta Sinfónica Juvenil.
Opinión
El nombramiento no es fortuito
Virgilio Suárez Salas • Arquitecto, docente de la UPSA
El acto de nombrar implica múltiples y complejas connotaciones, entre otras porque es la palabra la que designa el origen y el contenido de algo, el relato y destino de una nueva historia. Esto resulta clave para comprender la magnitud de la proclama que hizo un grupo de poetas, filósofos, escultores, pintores y arquitectos hace medio siglo en la ciudad chilena de Valparaíso, al proclamar a Santa Cruz de la Sierra como Capital Poética del continente.
En efecto, los argentinos Claudio Girola y Godofredo Iommi, y los chilenos Alberto Cruz, Arturo Baeza, Francisco Méndez y Miguel Eyquem, se reunieron a principio de los años 60 para fundar un proyecto cultural a partir de los sentidos de la hospitalidad y la poética de la palabra; que se nutre y materializa con el poema épico escrito colectivamente Amereida, libro que integra la Eneida con América como otra manera de mirar y sentir nuestro continente en tanto su reorigen y redestino.
Leyendo Amereida se puede deducir que este nombramiento no es fortuito, sino que frente a un continente sin mitos (o mitos fallidos), se presenta con un enorme potencial capaz de superar los prejuicios que supuso la ocupación territorial perimetrales, lo que ha provocado mantener a todo su interior como una enorme extensión ignorada. De ese modo surge la necesidad de nombrar esta carencia como mar interior. Luego Amereida propone construir nuevas cartografías territoriales a partir de proyectar la constelación de la Cruz del Sur sobre nuestras tierras y lo que surgen son nuevas tensiones, de tal modo que cuando se proyecta la constelación sobre el mapa de América y se lo gira, se invierte surgiendo una nueva (nuestra) mirada al Sur. A este giro del mapa el poema lo nombra como el propio Norte; y se nombra como capital a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, ubicada en su mar interior.
Las primeras noticias de Amereida la tuvimos a fines de los años 70 a través de Renato Parada Allende (UCC), que junto a Juanita Fernández estuvieron con el primer grupo que testimonió su homenaje a la ciudad con una obra instalación realizada en la esquina noroeste de la Plaza Calleja.
Así, supimos que la Escuela de Arquitectura y Diseño Pontificia Universidad Católica de Valparaíso había creado su propia utopía, la “Ciudad Abierta”, ubicada en Ritoque, al norte de Valparaíso, donde se han sostenido los valores del ser humano, recreando una paz creativa, mirando lo esencial del ser americano y cultivando lo festivo, lo que les permitió llevar adelante una extraordinaria experiencia de vida académica reconocida internacionalmente.
En 1993, bajo la dirección de su decano Juan Purcell, realizan su tercer viaje, el primero compartido con la Facultad de Arquitectura de Urbanismo y Diseño de la UPSA, en el que se repite el acto poético en la plaza Calleja con esculturas que incluso hoy puede observarse algunos restos de la obra levantada.
La Capital Poética de América, Santa Cruz de la Sierra, se encuentra proclamada hoy, y se recrea día a día en obras que se hacen en la travesías cuyo hilo conductor se remite a la belleza de lo posible que reside en la palabra, y lo poético en su dimensión festiva, una poesía hecha por todos, cuando se la ubica en un origen y se construye la fidelidad a ella.
Fuente: El Deber