Roberto Barbery, quien fue parte del equipo que diseñó la Ley de Participación Popular, afirma que ese proceso de descentralización, que se gestó a partir de esa norma, generó una «revolución silenciosa” en el país.
«Se trata de una revolución silenciosa, cotidiana, sin muertos ni perseguidos, y sin grandilocuencias históricas ni alharacas políticas”, asegura.
Este proceso de desconcentración estatal se puso en marcha con la Ley 1551, promulgada el 20 de abril de 1994, durante el Gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Barbery explica que desde entonces , «el país es otro, sin temor a sonar desproporcionado”. En ese marco, por ejemplo, menciona que antes de la puesta en vigencia de esa legislación, sólo 24 municipios recibían recursos, ahora son más de 330.
«La inversión local, que antes no representaba ni el 3%, ahora representa más de un tercio del total de la inversión pública. Antes no tenía sentido elegir autoridades más allá de los municipios de las capitales. Ahora tienen recursos para construir de forma autónoma escuelas, postas sanitarias, caminos vecinales, plazas, parques y otras obras de infraestructura”, explica.
Uno de los aspectos que Barbery destaca de la norma es que «fue la primera ley que reconoció la personalidad jurídica de las comunidades indígenas y campesinas, articulándolas con los nuevos gobiernos municipales creados”.
Barbery sostiene que el proceso de descentralización pudo darse como tal debido a que los gobiernos de los años 90 «no eran totalitarios”, como a su juicio lo es el actual Ejecutivo.»Por eso se pudo llevar adelante una descentralización política, económica y administrativa”, dice.
A la hora de hacer el balance, el especialista sostiene que la Participación Popular es «un proceso irreversible”, que ni siquiera podrá ser modificado por el régimen actual.
¿Una debilidad? «La poca cultura democrática de Bolivia, acostumbrada a la demagogia del clientelismo y del prebendalismo, que impide aprovechar en todas sus potencialidades la Ley de Participación Popular. Aún así, el proceso generado es tan grande que nada puede desvirtuarlo”, concluye.
Para destacar La ley El proceso de Participación Popular se puso en marcha en el país cuando se promulgó la Ley 1551, el 20 de abril de 1994.
Facultades
Con la ley se transfirió recursos a los municipios, además que se les dio nuevas facultades de gestión, entre otras cualidades.
Gobierno
La norma se puso en vigencia durante el Gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario, liderado por el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Fuente: PAGINA 7