A pesar de que tenemos viva la cultura de las Misiones Jesuíticas; aún no podemos conectarnos al gran Circuito Turístico Misional de Sudamérica reconocido oficialmente por el Mercosur, por falta de una política gubernamental en el tema de servicios básicos, infraestructura vial y comunicacional para que las Misiones Jesuíticas de la Chiquitania sean consideradas como destino turístico.
Según el Proyecto Misiones Cainco-Cepad, durante los últimos dos años han existido avances positivos. En dos foros internacionales de las Misiones Jesuíticas de Sudamérica, realizados tanto en nuestro país como en Paraguay, Bolivia se integró al Circuito Misional de Brasil, Paraguay y Argentina. «Esperamos que en el tercer foro a realizarse en San José de Chiquitos, el próximo mes de septiembre, podamos definir y comprometer la presencia del gobierno nacional para este propósito», informó Germaín Caballero, alcalde de
San José.
Ventajas vitales.»Tenemos notables ventajas comparativas. Allá el circuito sólo muestra ruinas, en cambio aquí tenemos una cultura viva, cuyos protagonistas son sus autoridades locales y la comunidad», explicó Ruddy Cuellar, uno de los directores del Centro para el Desarrollo Local (Cepad), al hacer referencia que faltan políticas públicas gubernamentales para que las Misiones de Chiquitos pueda recibir la calificación internacional de destino turístico.
Pero Carlos Hugo Molina, gestor del proyecto Cepad-Cainco, ahonda en el concepto filosófico de los procesos históricos, sociales y económicos basados en la complementariedad que son desaprovechados en nuestro país. Dice que las Misiones es una construcción mixta y complementaria sino cómo se explicaría que los indígenas sean defensores de la música barroca chiquitana. «Ahí hubo una apropiación, no una simbiosis», argumenta.
Prosigue que «a Bolivia ya la conocen por toda las fortalezas de la cultura incaica, del altiplano, del Tiahuanaco, y el salar de Uyuni es una potencia muy grande. Si se complementa con estos otros, (la riqueza de la Chiquitania) estaríamos agarrando las estrellas que no tienen otros países».
Un giro hacia la Chiquitania. Para las autoridades chiquitanas, lo desarrollado en los últimos años ha sido significativo, pero falta la responsabilidad compartida del gobierno central y departamental. El problema más preocupante es la vinculación caminera con una infraestructura vial de fácil acceso, con adecuados servicios básicos, comunicación y una infraestructura hotelera a la altura de las exigencias internacionales. «El Estado boliviano no había definido que esto era importante. Como ya está definido, (luego de los dos foros 2010-2011) nosotros tenemos el derecho de utilizarlos. Y al utilizarlos ya podemos hacer una lista de todo lo que se necesita para que pueda cumplir las condiciones, asistencia técnica, capacitación local, caminos estables, acceso permanente, servicios secundarios», enfatiza Molina.
Desafío Foro III. Todo está previsto para septiembre de este año. «Esperamos contar con la presencia del presidente Evo Morales, de otra manera no podremos lograr los objetivos planteados en el foro III donde se ha señalado el mejoramiento de las vías camineras, entre la Chiquitania y la región de Alto Paraguay para promover la integración nuestra al Circuito Internacional», informó.
Caminos
Puntos viales de conexión por desarrollar.
Santa cruz-San José. La carretera es la más troncal del corredor bioceánico que conecta con la fronteriza Puerto Suarez. El asfaltado de la vía aún no ha concluido, quedan 36 kilómetros, cuya entrega final está prevista para el mes de septiembre de este año.
San José-La Frontera. El reto es que esa vía, considerada el camino antiguo de los Jesuitas al Paraguay, sea asfaltada. El tramo tiene una dimensión de 200 kilómetros de distancia hasta la frontera con el Paraguay, cuya conexión sería con la capital Asunción del vecino país.
Concepción-San Ignacio. Si bien la ruta entre Santa Cruz y Concepción se encuentra asfaltada, la misma está en mal estado. Pero entre esa población y la capital ignaciana, aún de tierra, queda por asfaltar 171 kilómetros.
San Ignacio – San Miguel. El tramo que une ambas poblaciones tiene un camino ripiado, cuya longitud es de 37 kilómetros en una zona rica en madera.
San Ignacio-Santa Ana- San Rafael y San José. Es el tramo más largo que encierra el circuito misional de la Chiquitania. Está ubicada en el corazón mismo de la gran chiquitania. Según el Cepad, el camino de 187 kilómetros es de tierra y se encuentra en pésimo estado. Urge plantear un proyecto de asfaltado a corto plazo.
Turismo puro
Son siete lugares de templos misionales
Mancomunidad. Son 15 los municipios que promueven el turismo de las Misiones Jesuíticas de Bolivia.
Marketing. La mancomunidad desde que se inició la restauración de los siete templos, promueve las expresiones vivas traducidas en música, danza, artesanía, gastronomía y una vasta naturaleza rica en flora, fauna y ganadería de la región.
Historia y cultura. Visitar estos lugares para cualquier visitante es reencontrarse con la historia viva y tangible entre indígenas y españoles en el siglo XVIII con el arribo de los jesuitas.
Fuente: EL DIA