La Participación Popular permitió abrir las puertas al proceso autonómico en Bolivia. Es lo que opinan expertos que contribuyeron a la aplicación de la mencionada norma en 1994.
Hoy se recuerdan 18 años cuando en el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada se logra implementar la Ley 1551 en el país y desde allí se incrementaron de 24 a 311 municipios y en la actualidad ya suman 337 comunas en Bolivia.
El exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas y los municipalistas Mario Galindo, Iván Arias y Pablo Deheza, coincidieron que la Ley de Participación Popular o Ley 1551, permitió el desarrollo de los gobiernos municipales.
Argumentan que las alcaldías comenzaron a recibir recursos por conceptos de la coparticipación tributaria en el país.
Cambió la cara de la gestión pública. Víctor Hugo Cárdenas, quien la promulgaría la norma en su momento, afirmó que con la participación ciudadana se cambió la cara de la gestión pública.
Indicó que antes de 1994 los municipios eran administrados por el centralismo, pero una vez ejecutada la ley 1551, las alcaldías comenzaron a tener autonomía de gestión y a multiplicar sus propios recursos.
Además, indicó que se proyectaron los liderazgos de los gobiernos municipales.
Es por ello, que cataloga a la Ley de Participación Popular, como una de las reformas de mayor impacto social después de la Reforma Agraria y el Voto Universal.
Norma de avanzada. Para el analista Mario Galindo, la Ley 1551 fue una norma de avanzada.
Comentó que los municipios percibían del centralismo migajas que no alcanzaban ni al 1% y con eso tenían que subsistir, pero al inyectarle recursos con la coparticipación aumentaron al 20%.
Actualmente hay retroceso. El cientista político, Iván Arias, remarcó que con la participación popular se incentivó el Desarrollo Económico Local en los municipios del país.
Aclaró, que en la actualidad con la Ley Marco de Autonomía se retrocedió, porque en lugar de hacer gestión la normativa es utilizada para perseguir a los opositores.
Se tendió el puente de la Autonomía. Para el politólogo Pablo Deheza con la Ley de Participación Popular se logró tender el puente de la Bolivia autonómica.
Indicó que la norma proyectada por intelectuales cruceños como Carlos Hugo Molina, sentó las bases autonómicas en los diferentes niveles de gobierno.
Entrevista: Ruddy Cuéllar
«Con la ley se reconoció más de 20 mil OTBs’
Hombre cercano y colaborador de Carlos Hugo Molina en el diseño de la Ley de Participación Popular, normativa que permitió la inclusión de campesinos e indígenas en la actividad política y la ejecución de políticas públicas efectivas en los gobiernos municipales.
Ruddy Cuéllar, actual director del Centro Para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad), Organización que dirige Molina, afirmó en entrevista con El Día, al recordar los 18 años de la mencionada normativa, que se logró consolidar 20 mil personalidades jurídicas de las Organizaciones Territoriales de Base (OTBs).
P. ¿Qué puede destacar de la Ley de Participación Popular?
R.C.: Sin lugar a dudas fue una ley revolucionaria que consolidó los gobiernos municipales de 24 a 311 y después llegaron a 337 en todo el país. Además, esta norma se basa en cuatro pilares fundamentales como ser: la inclusión social; el reconocimiento del estado municipalista a nivel rural; la transferencia de competencias, atribuciones y responsabilidades de los gobiernos municipales; y la transferencia de recursos económicos llegando al 20% de las competencias tributarias, logrando su fortalecimiento.
Transfiere competencias a los gobiernos municipales descentralizando responsabilidades en salud, educación, deportes, cultura, riego y caminos vecinales.
En síntesis, promovió el Desarrollo Económico Local en los municipios de Bolivia. Esta es una de las medidas de descentralización económica más importante de América Latina en los últimos 50 años.
P. ¿Qué reconocimiento territorial puede destacar de la Ley 1551?
R.C.: Potenció a los gobiernos municipales, porque antes de 1994 la inversión pública de las alcaldías llegaban solamente al 3% y ahora son más del 30% que son ejecutadas por los municipios.
Otro aspecto que hay que resaltar, es el reconocimiento y el respeto de los usos y costumbres locales, transformando a las Organizaciones Territoriales de Base (OTBs) en el sujeto de derecho de la ley, ya que se logró reconocer más de 20 mil personalidades jurídicas.
P. Pero con la Ley Marco de Autonomía… ¿la Ley de Participación Popular quedó derogada?
R.C.: Si bien es cierto que el 19 de julio de 2010 la Ley de Participación Popular fue derogada al nacer la Ley Marco de Autonomía, pero debo aclarar que el espíritu de este proceso de desarrollo sigue vigente en el imaginario y la práctica de la gestión pública municipal y en la vida cotidiana del ciudadano boliviano.
La única forma en que un gobierno pueda matar la Participación Popular será cuando se imponga un régimen dictatorial.
Esto porque la participación ciudadana es demostrable a través de los diferentes resultados que permitieron una transformación progresista del Estado boliviano.
P. ¿Con qué instrumentos se puede continuar fortaleciendo esta participación ciudadana en el país?
R.C.: En seguir fomentando el Desarrollo Económico Local y la Planificación Participativa en los municipios como políticas de Estado. Nosotros como Cepad hemos estado en esa dinámica para que los municipios se lo apropien, es por ello que se logró conformar Agencias de Desarrollo Económico Local a través de la participación ciudadana.
Fuente: EL DIA