“Se dice que hemos sido buenos ejecutores de los cambios que se han impulsado en el país. Nosotros no estamos en contra de las leyes, al contrario, las agradecemos, y las ponemos en práctica…. No le echamos la culpa a nadie; no buscamos argumentos para justificarnos. Sólo hay que hacer las cosas. No hay nada que inventar…”. Estas palabras plantean una cultura democrática en construcción. Son del Alcalde Municipal de La Guardia, Jorge Morales Encinas, y tienen la virtud de proponer una conducta política innovadora en Bolivia.
En efecto. A diferencia de lo que sucede cotidianamente en el país, la reflexión parte de premisas democráticas que se pueden sistematizar en un Decálogo de Desarrollo Local, que aquí proponemos en los siguientes términos:
- Conciencia de la responsabilidad municipal; el desarrollo se forja desde el ámbito local.- Es común en Bolivia distraer el cumplimiento de las responsabilidades propias en el cumplimiento de las responsabilidades ajenas. Sobretodo en el ámbito de la gestión pública. Lo primero que hacen las autoridades es buscar explicaciones para justificar su fracaso en la real o supuesta falta de apoyo de las demás estructuras del Estado. El fenómeno es particularmente acentuado en los niveles subnacionales. Con mayor o menor asidero, el expediente común es descargar toda responsabilidad moral en las deficiencias del gobierno central.
- Una buena gestión comienza administrando nuestras potencialidades.- Es común en Bolivia comenzar el análisis de las posibilidades institucionales de una gestión poniendo énfasis en el apoyo externo. Se trata de una manifestación de la ausencia de responsabilidad individual.
- La administración pública es una responsabilidad compartida.- Es común en Bolivia concentrar méritos y deslindar responsabilidades. Sugerir la idea de que el éxito es unipersonal y el fracaso es corporativo. Sin embargo, el desarrollo es una asignatura en la que interactúan diferentes actores institucionales y diversos sujetos sociales. Es una responsabilidad compartida.
- Una buena administración parte del cumplimiento de la Ley.- Es común en Bolivia considerar que la Ley es un obstáculo. Que su cumplimiento, en vez de favorecer la gestión, la entorpece. El fenómeno, además de propiciar un manejo inadecuado de los recursos públicos, debilita las posibilidades institucionales.
- Las condiciones locales dependen también de los cambios generales- Es común en Bolivia la vocación de feudo. La idea de que las condiciones locales están descontextualizadas del país y del mundo. Se ignora con frecuencia que los cambios que se impulsan a nivel nacional e internacional son el contexto de los cambios que se pueden impulsar en el nivel municipal.
- La concertación política es un instrumento de gestión.- Es común en Bolivia separar la gestión administrativa de la gestión política. Sin embargo, una gestión integral depende del grado de concertación que existe entre los diversos actores que intervienen en su ejercicio, lo cual requiere una vocación pluralista, basada en el reconocimiento de la diferencia y la práctica de la tolerancia.
- Una buena gestión municipal es un éxito de toda la comunidad.- Es común separar radicalmente la gestión pública de la responsabilidad ciudadana. Considerar que el gobierno, en sus diferentes niveles de gestión, es un espacio ajeno al ejercicio de los derechos y deberes fundamentales de la persona en su relación con el Estado.
- La dinámica privada guarda relación con la dinámica institucional.- Es común en Bolivia deslindar los límites de la actividad privada del accionar gubernamental. Sin embargo, las posibilidades de diversificar la economía dependen de las expectativas políticas que generan las instituciones públicas.
- La estabilidad institucional depende de la equidad.- Es común en Bolivia plantear la equidad como una concesión moral, desconociendo su rol en la gobernabilidad. La estabilidad institucional de un municipio está relacionada con la capacidad para distribuir los beneficios de la administración en todos los distritos, poniendo especial cuidado en aquellos que tienen mayores necesidades. En ese marco, la concertación en el Comité de Vigilancia, partiendo de una noción compartida de solidaridad, ha tenido resultados decisivos.
- La sostenibilidad política demanda resultados.- Es común en Bolivia relacionar el éxito político con el carisma y la prebenda. Sin embargo, la sostenibilidad política está claramente vinculada a la capacidad de gestión demostrada. La reelección del Alcalde, en el marco de un compromiso generalizado con la institucionalidad municipal, lo confirman.