Desde hace ocho años, la tierra de las cigüeñas y del jamón ibérico más sabroso del mundo ha acogido por iniciativa del Fondo Extremeño de Cooperación para el Desarrollo (Felcode) y del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad) a nutridas delegaciones de munícipes bolivianos que tratan de aprender cómo la zona más periférica de España salió, en sólo 25 años, de su extrema condición de pobreza, que contrastaba en los años 80 con la óptima calidad de vida de los europeos, y entró raudamente en la privilegiada lista de las regiones que gozan del bienestar del primer mundo. Desde el lunes 22 de octubre, otra comitiva boliviana visita la comunidad española de Extremadura, donde comparte experiencias sobre gestión local y disfruta de la hospitalidad española. A diferencia de anteriores visitas, la que se prolongará hasta el lunes 5 de noviembre cuenta con la presencia inédita de dos prefectos: Rubén Costas (Santa Cruz) y Mario Cossío (Tarija), que debían integrarse al grupo la noche de este sábado 27 en la ciudad extremeña de Plasencia. Carlos Hugo Molina, ex prefecto de Santa Cruz y actual director del Cepad, no se ha cansado de repetir estos días en cada una de las visitas a las principales autoridades extremeñas de la importancia de este proceso de aprendizaje de ida y vuelta, que comenzó a ser concebido hace ocho años en un recinto que acoge actualmente en la ciudad española de Mérida a la Federación de Municipios de Extremadura (Fempex). Molina también resalta la presencia inédita en la delegación de alcaldes y representantes de municipios del altiplano orureño y de ediles de Zudáñez (Chuquisaca), así como la del alcalde de la población cruceña de San Juan, Katsumi Bani. No menos novedosa es la incorporación en el grupo de visitantes de Rubén Costas y de Mario Cossío que cumplirán una amplia agenda de reuniones en Extremadura y en Madrid, que cuentan con el aval y el conocimiento de las embajadas de Bolivia en Madrid y la de España en La Paz, en el marco de la cooperación bilateral. Los encuentros oficiales empezaron el martes 23, con una visita a la presidencia de la Diputación de Cáceres, una de las dos provincias de la comunidad autónoma de Extremadura. Luego prosiguieron en la ciudad de Mérida donde la delegación conoció el recinto parlamentario de la región, ampliamente dominado en estos momentos por el PSOE, la fuerza política en funciones de gobierno. Luego se han sucedido contactos con autoridades de la provincia de Badajoz, la segunda de esta región, así como encuentros en la ciudad de Valencia de Alcántara. De por medio no han faltado algunas zambullidas en centros turísticos, siendo una de las actividades más salientes la visita a una feria gastronómica en la que participan expositores de España y Portugal. La comitiva ha tenido estos días largas sesiones de aprendizaje del modelo de gestión local, todo un referente en Europa por los resultados alcanzados en sus 25 años de vigencia. Sobresalen en este sentido las experiencias en el tema de la implementación de las agencias de desarrollo local en los municipios, el funcionamiento de las mancomunidades, los programas de dinamización del turismo, los talleres de capacitación de jóvenes para su inserción en el mercado laboral de las comunas y otras iniciativas dignas de ser repetidas en los municipios de Bolivia, según los propios alcaldes que participan en esta pasantía. El modelo está siendo perfeccionado En las sesiones con los ediles bolivianos, las autoridades y técnicos de Extremadura no se cansan de aclarar que en estos momentos el modelo está siendo perfeccionado. Es más, se esperan en los próximos meses cambios en el estatuto y la legislación vigente para profundizar el proceso de descentralización iniciado en 1983. Sin embargo hay una condición básica para consolidar el éxito del proceso: consenso para las nuevas reformas. En ese sentido, el debate político para llevarlo a cabo en el Parlamento de la región, entre los representantes del PSOE y el PP, cuenta con un acuerdo básico: aprobar por dos tercios cualquier cambio. Resueltas las demandas de servicios básicos como el de agua potable, alcantarillado y energía eléctrica, el desafío de la ‘segunda descentralización’ de los extremeños es mejorar la competitividad laboral de sus habitantes y disminuir el desempleo, que ronda el 8%. También se busca consolidar la incorporación en la comunidad de nuevas tecnologías de comunicación y el desarrollo sostenible. Entre tanto, la delegación boliviana se nutre del modelo que marcó el despegue de esta sociedad rural española, que hace apenas 25 años vivía en condiciones de pobreza similares a las que se observan en varios municipios de Bolivia. Fuente: El Deber 28/10/07 |