La formación de diferentes pascanas donde se realza una amplia variedad de artesanía y se pone de relieve el patrimonio gastronómico regional, se constituye en la base que sustenta la declaración que efectuó la Asamblea Legislativa Departamental, un título que se agrega al de la Cuna de la Cruceñidad, “San José, capital de la diversidad artesanal chiquitana”.
Este detalle fue realzado ayer durante un recorrido que realizó una comitiva integrada por el alcalde Marbin Barbery, funcionarios de Turismo y Cultura del Gobierno Municipal, concejales, el director del Cepad Carlos Hugo Molina, el director del Cepac, Widen Abastoflor, Friné Torrico Orozco del Plan Misiones y otras personalidades, por la Ruta SaboreArte Chiquitos.
Fue, fundamentalmente, un “viaje de familiarización” que empezó a las 7:30, con la visita de la pascana la Casa del Bastón, donde se compartió con las autoridades originarias del pueblo, y se degustó una rica patasca con chicha y finalizó con un baile nativo.
La visita prosiguió a las 9:00 a la pascana La Tranquera de Pitágoras, el maestro del tallado de máscaras del Abuelo, un ícono josesano, donde luego de una amplia explicación de sus actividades, el anfitrión demostró cómo se empieza el tallado, e invitó el refresco denominado somó.
A las 10:30 llegó la comitiva a la pascana El Telar, de las hermanas Posivas, quienes mostraron el arte del tejido artesanal, junto con la degustación de un delicioso té de carbón y masacos.
A las 11:30 se realizó la visita al Conjunto Misional Jesuítico y su museo, para donde hubo una magistral explicación de la historia de los Jesuitas y su obra en esta región.
A las 12:45 se compartió un almuerzo en el Hotel Las Misiones, cuyo restaurante está asociado a la ruta.
Se efectuó una pausa en el recorrido, que se reinició a las 15:00, con la visita a la pascana las Hamacas, de Doña María Faldín, donde la anfitriona explicó en detalle el proceso de hilado y teñido de las fibras naturales y la elaboración del tejido horizontal y vertical. Luego ofreció refresco de sinini con cuñapé.
De allí se pasó al centro de artesanías La Pauroka y Artechy donde la comitiva apreció la elaboración de todo el acervo artesanal Josesano a cargo de un conjunto de artesanas asociadas, y se compartió refresco de sinini con queque.
En todo el recorrido se demostró una hábil capacidad de los dueños de las pascanas, para explicar a los visitantes las tareas que ejecutan, y en cada una se ponderó el apoyo tanto en capacitación como en adecuación de infraestructuras, a cargo del Cepad y del Cepac.
El recorrido de la ruta de SaboreArte concluyó en la pascana La Siesta del Posoka, de doña Juanita, donde los visitantes participaron en la colocación de masas en asaderas, para la cocción en horno de barro, de pan de arroz, que luego se lo degustó con un rico maté quemau con braza de madera curupaú.
El final del recorrido fue en la Villa Chiquitana, donde los gestores de la ruta SaboreArte explicaron, con apoyo de imágenes computarizada, cómo se formó esta “ruta”, el buen inicio para el turismo receptivo, la valorización del patrimonio gastronómico, y los altibajos que confrontaron primero por los incendios en 2019, luego por la pandemia, que ahora se busca reimpulsar, y para cuyo efecto el propietario de la Villa Chiquitana, de nacionalidad francesa, presentó un corto video donde una autoridad de la Embajada de Francia en Bolivia, ofrece y compromete apoyo para este emprendimiento de turismo y fortalecimiento del patrimonio gastronómico regional.
Fuente: Eju.tv