Consolidar una empresa de chocolate no es tan fácil como muchos creen. El proceso para transformar la materia prima requiere mecanismos exactos que incluyen el uso de balanzas, termómetros y hornos cuyos costos son significativos. Así lo asegura Sonia Arce, propietaria de Xocolati, quien contó que comenzó con una inversión de $us 40.000 para equipar su microempresa. Esta mujer forma parte de la Ruta del Chocolate, un emprendimiento del Centro para la Participación y el Desarrollo Humano Sostenible (Cepad) que aglutina a 20 microempresas de chocolates. En cuatro meses asegura haber logrado avances significativos para estas chocolaterías, con hasta un 30 por ciento de crecimiento en las ventas, según las mismas integrantes.
Artesanal. Carlos Hugo Molina, director del Cepad, señaló que el objetivo de esta ruta es que tanto los visitantes locales, nacionales como extranjeros conozcan estas tiendas donde se elaboran infinidades de tipos y formas de chocolates que demuestran la creatividad de las reposteras que se especializan en este rubro.
Molina señaló que la primera fase del proyecto fue aglutinarlas y mantenerlas unidas, para capacitarlas en áreas de mercadeo y marketing, a fin de que tengan más aceptación en el mercado.
Testimonios. Ana Fara, de Muss Cioccolata, evitó dar las cifras de sus ganancias, pero señaló que son buenas, ya que ofrecen una variedad de 50 tipos de chocolates y el más pequeño tiene un valor de Bs 4 la unidad. “Hay jornadas intensas que duplicamos las ventas”, añadió Fara.
Por su parte Sonia Arce, de Xocolati, señaló que la Ruta del Chocolate permite que el ciudadano conozca los lugares donde las manos artesanales de bolivianas son las que hacen delicias con el cacao.
A su vez, Otilia Tapia, de Dulces Karelyss, señaló que empezó su negocio con $us 500. “Cuando hay ferias regalamos estampitas turísticas. Mantener el negocio es caro, pero la capacitación nos ha permitido crecer un 30 por ciento más”, acotó la mujer.
Datos
¿Por qué se lo denomina ruta?
La ruta del chocolate Lleva el nombre porque estos negocios están situados estratégicamente en calles céntricas y también en zonas populares o pueblos más visitados de Santa Cruz.
Turismo. El nombre permite promocionar tanto el Casco Viejo como las poblaciones aledañas. Por ejemplo, hay chocolateras que venden los domingos en las plazas de El Torno, Montero, Cotoca y La Guardia.
Fuente: EL DIA